EXPEDIENTE X:¿EXISTE LA MEDIA NARANJA? PARTE 1

MEDIAS NARANJAS BY ZURITA

Considerado desde épocas remotas un interrogante esencial para la comprensión de las  relaciones entre adán y eva, cuestionarse la existencia de la MEDIA NARANJA equivale en complejidad a cuestionarse cómo narices los tíos esos que caminaban de perfil y llevaban rimmel y eyeliner grueso en los ojos pudieron construir pirámides tan lisitas y gigantescas.

LA MEDIA NARANJA.

Para empezar, el hecho de que en el imaginario colectivo se haya seleccionado una fruta que tiene la piel más bien gruesa, porosa y con un sabor ácido por muy dulce y madura que esté la pieza de fruta en cuestión, no debería ser considerado una coincidencia casualmente casual.

NUESTRA MEDIA NARANJA.

La naranja, esa fruta mediterránea que lo mismo vale para hacer zumo que para hacerse preparada y azucarada, esa frutita de color igual a su nombre, es un elemento que debe ser analizado antes de comprender y emprender la investigación acerca de su existencia o no máxime  cuando se trata de eva y adán en-amor-a-dos.

Según fuentes consultadas, los cítricos se originaron hace unos 20 millones de años en el sudeste asiático, lo que quiere decir que nuestros pobres antepasados ya disponían de la posibilidad de encontrar una “tapita para su ollita”, una media naranja, mientras se calentaban la cabeza para inventar el fuego, la rueda y las armas de silex. Imagínense ustedes, dándole a dos pedernales para ver si salta la chispita mientras el barbudo machote se planteaba si existiría, más allá de los glaciares, una mitad de color naranjita predestinada para él.

En una página de agroalimentación de reconocida oficialidad puede leerse que “mutaciones espontáneas han dado origen a numerosas variedades de naranjas que actualmente conocemos.

Y a esa afirmación empírico- didáctica vamos a sujetar nuestra recién desarrollada tesis cítrica.

Mutaciones.

Variedades.

Cambios espontáneos.

Efectivamente.

Pensemos en la evolución vital de eva.

Bueno, para que no resulte tan lejano ni tan místico-ascético: tomemos como ejemplo la vida,  iba a añadir “obra y milagros” pero eso me temo que no colaría, de la que les escribe a ustedes.

Quiera admitirlo o no, y por mucho que añadamos eso de “será en el subconsciente”, eva comienza su vida emocional creyendo en el corolario:”EXISTE MI MEDIA NARANJA, UNA ÚNICA E INTRASFERIBLE MEDIA NARANJA; SE COLOCARÁ EN EL CENTRO DE MI VIDA Y ME HARÁ FELIZ CUANDO SE ADHIERA A MI, A LA OTRA MITAD QUE ÉL, POR SU LADO, ESTÁ BUSCANDO TAMBIÉN”.

En esa época, una época que si estuviéramos describiendo la vida de un pintor denominaríamos “época figurativa o rosa rematada”, el concepto de media naranja equivale a un ser humano, generalmente de sexo contrario, que se ajusta a algo que no sabemos en qué consiste muy bien pero que creemos que se caracteriza por darnos la felicidad, por hacernos felices.

Eva no sabría definir qué espera de esa media naranja pero  cree que existe SEGURO, que es UNA, que hay UNA para ella y que, una vez encontrada, permanecerá SIEMPRE con lo que la macedonia del amor podrá cocinarse.

Aquí, la que escribe, hasta los 20 añitos creyó encontrar unas 8 medias naranjas. Fue una época vital cítrica-cítrica. Eran medias naranjas que cada vez que eran descubiertas, peladas y adscritas a la media naranja que era el máximo común denominador-YO- lo hacían de un modo totalmente romántico.

Eran la mitad de una mitad que estaba más o menos feliz cuando era una seminaranja pero que, al encontrar a la otra semi, se moría de felicidad y, teóricamente, se sentía al borde del orgasmo múltiple vital y emocional.

Hasta los 20 años creo que encontré las medias naranjas de 8 medias naranjas que no eran yo porque, de lo contrario ¿cómo se explica que ninguna de esas 8 fuera mi media naranja durante mucho tiempo?

Deduzco que  fastidié y alargué el momento del encuentro de la media naranja correspondiente a las 8 evas a las que estaban, teóricamente, destinados los 8 adanes con los que me crucé. Cuando se verificaba que cada una de esas 8 medias naranjas no era MI media naranja no se decretaban tres días de luto oficial, ni aquí la que escribe se colocaba la banda negra en el brazo ni tenía necesidad de comprar más kleenex de lo habitual. Sencilla y llanamente, en esa época veinteañera y de pre-madurez si fallaba la elección de media naranja no se ponía en duda que existiera.

La tesis era que las medias naranjas halladas eran sencillamente las de otras evas. No se trataba de errores así que eva, yo, seguía feliz con su búsqueda de su mediamitad de verdad, la que el destino guardaba exclusivamente para ella.

Si comparamos esa época con las variedades reales de naranja, la media naranja de esa fase evística pre-madurez-y-aún-con-cierta-inocencia, lo que yo denomino la eva-todavía-heidi, pertenecería a la variedad NAVELINA.

Tipo: NAVEL ÁRBOL: tamaño mediano, formas más bien redondeadas. Frutos: tamaño medio, sin semillas. Pulpa muy jugosa. Ombligo poco prominente. Piel de color naranja intenso.

Efectivamente.

La media naranja de la citada fase evística es novel, navel, perdón. Se trata de un adán afortunadamente con poca experiencia, en el amor y en todo, excepto en el juego del parchís, dada su edad.

Un adán de tamaño mediano y de formas redondeadas que todavía no ha experimentado el cambio real, la mutación a macho-macho-man, y conserva como eva una inocencia estupenda gracias a la cual no ha percibido aún la complejidad y lo complicada que es y será eva.

Adán aún no ha visto la luz y, a su modo, también cree que hay una eva para él.

Adán, en esa fase pre-cierta-madurez no se plantea la cosa en términos de media naranja: él no es una mitad que necesite otra, él lo que tiene es a una eva para él, en todo caso.

La pava de eva, siempre tan discretita, no se plantea que hay UN adán para ella: aspira a encontrar una media naranja, ella es una parte de un cítrico partidito en dos.

La media naranja de antes de los 20 es una naranja, efectivamente sin semillas.

Hay amor, o lo que se considera amor en ese momento, y una se come a su media naranja y la encuentra dulcecita, sin semillas ni más obstáculos y puñetas que si tiene moto o no, que si le escribe poemas o no, que si le va a recoger delante de las amigas para fardar o no.

El amor en esa poca es amor sin semillas. La pulpa de ese amor, de la media o medias naranjas, es jugosa: experimentas, vives, sientes y magnificas tanto el amor como el desamor. Supongo que es un mecanismo de defensa para que cuando llegue, que llega, la época de la madurez, el desamor ya no se sienta tanto como el hundimiento del Titanic y llevemos ya un rodaje previo similar al de los coches de trinqui.
Y…la media naranja, tal y como dice la asociación agroalimentaria consultada, tiene un “Ombligo poco prominente”: aún no le ha dado a adán por entrenarse para adquirir su futura barriguita cervecera o curva of the felicity!!!!

El color del amor es un color intenso.

El amor es naranja.

La vida es naranja.

El tono naranja nos rodea aunque afortunadamente no tenemos todavía la puñetera piel de naranja en los muslos…

Mis recuerdos de los más de 8 distintos ensayos de descubrimiento y hallazgo de mi MEDIA NARANJA son fantásticos y nada cítricos ni ácidos cosa que no puedo decir de los siguientes 10…que corresponden a una eva no tan veinteañera ni heidi y que…se quedan para el post que podréis leer mañana: La concepción de la media naranja de los 20 a los 4o años evísticos.

Ahora voy a mandarle un sms a un chico que conocí ayer que tiene una pinta estupenda, llevaba una camisa naranja  y que quizás…tal vez… a lo mejor…

By Pura María García

https://evaysusadanes.wordpress.com